No hay mayor satisfacción que ser padre. Pero esta satisfacción trae consigo una gran responsabilidad y muchos cambios en nuestros estilos de vidas. Hoy en dia, estamos tan ocupados, que ser un excelente profesional, un excelente esposo y además un excelente padre sea un desafío. Sin embargo, creo que si mantenemos orden en nuestras vidas y la conciencia de lo que estamos haciendo, podemos llevar cada una de ellas de forma satisfactoria.
En algún momento fuimos hijos, e independientemente de nuestra crianza, todos estamos de acuerdo que al momento de ser padres, dentro de nosotros está el deseo profundo de hacerlo de la mejor manera posible, con la expectativa inclusive de hacerlo mejor que de la forma en la que nosotro fuimos formados.
Esa formación implica de nosotros como padres, un liderazgo y una guía que permita que nuestros hijos puedan confiar en una persona que los lleva en el camino correcto.